martes, 27 de marzo de 2012

Excursión a Mzora y Lixus

Los alumnos de 1º ESO A y B han visitado el cronlech de Mzora y al ciudad de Lixus acompañados por los profesores Carlos Alonso Ucha e Icíar Campos.

Crónicas:
No era la primera vez que visitábamos Lixus, pero sí era la primera que íbamos a M´Zoura, el cronlech de M´Zoura En el mismo día una antigua ciudad romana dedicada a la fabricación de conserva, el garum, y el Stonehenge marroquí. Protagonistas del acontecimiento: los pezqueñines de 1º de ESO. Bueno, no todos. Algunos, por su conducta poco sensata, han tenido que aprovechar su inasistencia para reflexionar y concluir que mejor es portarse bien e ir, que no portarse mal y no ir.
No es fácil llegar a M, Zoura. O mejor, es francamente difícil. No existe ninguna indicación salvo que a algunos kilómetros al sur de Asilah, tomando la carretera en dirección a Tetuán, se llega. Tras detenernos y preguntar en varias ocasiones, con el autobús despacio, vimos un pequeño cartel, M´Zoura, espacio arqueológico. Un breve trayecto y allí estábamos: protegido por un amplio muro, un amplio portal y un amable vigilante. Bajar del autobús y exclamar: ¡Oooooh!

¡Orden! Sentados en el suelo, a escuchar la explicación del profe. ¿Explicación? ¡Tramposo! : Preguntas. Pues sí que tienen cara algunos profesores. ¿Qué es esto? Un cronlech (eso lo sabíamos). ¿Para que servía? (También lo sabíamos) Bueno, mejor no sigo. Lo observamos con detenimiento. Está aceptablemente conservado pero es una pena que el único cronlech norteafricano similar en su estructura al archiconocido Cronlech de Stonehenge (que hasta sale en películas) en el Reino Unido no sea más conocido, no sea más reivindicado como una gran obra de la cultura de nuestro país. Hemos pensado remitir a las autoridades una petición para que se preocupen más de ese patrimonio parte de la historia de Marruecos.

Hicimos una parada para comer algo antes de seguir hacia Lixus. Ya cerca de Lixus y Larache pudimos ver el maravilloso paisaje del río Loucos romano que, ya cercano a su fin en el mar, se retuerce como una inmensa serpiente. Entre sus orillas una llanura fértil hecha de las tierras que se han ido sedimentando a lo largo de miles de años. Llegamos y percibimos algunos cambios respecto a la última vez que estuviéramos allí. Todo el recinto está cerrado por un muro de protección que evite daños al conjunto. Comenzaron los profesores Icíar y Carlos a darnos explicaciones: las fábricas de salazón y garum, la importancia de la ciudad gracias al comercio de conserva y la muerte de la ciudad por el relleno de la desembocadura del río. Como en otras ocasiones, el Tigris y Eufrates, el río mientras es navegable asegura la riqueza de la ciudad, cuando su cauce se va rellenando, imposibilitando la navegación, muere la ciudad: el destino de las cosas. Entre las piedras el profesor nos mostró cómo era la vida de aquellos antiguos habitantes de una ciudad de Marruecos: ¿Cual podía ser el destino de una segunda hija y por qué?, ¿A qué jugaba los niños? (Hicimos una pelea de caballitos), ¿Cómo era un día en la vida de un niño? ¿Para que servía el garum? ¿Comían los romanos una especie de cus-cus? ¿Eran los combates de gladiadores una celebración religiosa? ¿Por qué pensaban los romanos que los judíos eran tontos y los cristianos peligrosos delincuentes?
Hacía calor, mucho calor subiendo a la parte alta de la ciudad. Hicimos un recorrido y, de nuevo, echamos en falta que esa ingente cantidad de material-piedras, columnas, capiteles...- no se recupere y pueda atraer a Lixus a visitantes, turistas que descubran un Marruecos poco conocido que formó y forma parte indispensable del mundo mediterráneo común a norteafricanos y europeos: el mar nuestro, de todos.
Teníamos hambre. No todo van a ser profes y explicaciones. Nos fuimos a comer y a jugar a un camping a las afueras de Larache. Luego, tranquilamente, nos volvimos a Tetuán, nuestra ciudad suave, recostada en la montaña, con los ojos, unas veces en el cielo, otras en el mar. Mañana será otro día. Icíar y Carlos tal vez tengan un poco de compasión de unos pobrecitos alumnos y no nos pregunten cosas muy difíciles sobre nuestro viaje a M´Zoura y Lixus. Pero eso ya es otra historia.





















1 comentario: