lunes, 21 de mayo de 2012

El Coro del Pilar en el Centro Cultural Padre Lerchundi de Martil

El día 19 de mayo, casi un mes después de la actuación inaugural del Coro del Instituto, tuvimos la oportunidad de cantar en el Centro Cultural Padre Lerchundi de Martil. En plena vorágine de exámenes finales, la mayor parte de los alumnos de 2º de Bachillerato no pudieron acompañarnos, sabemos que con gran dolor de corazón. Un Coro algo más reducido pero con la misma buena disposición para disfrutar de una jornada de música y amistad. Al llegar a Martil nos recibieron Paco, alma del Centro, y sus compañeros y compañeras colaboradores de una actividad que nos pareció magnífica.
El antiguo lugar de culto católico de Martil es ahora una Biblioteca. Al entrar, bajo la bóveda, los estudiantes rodeados de libros, en silencio frente a sus ordenadores portatiles parecían estudiosos en un Scriptoria trasladado de la Edad Media al siglo XXI. La atmosfera de silencio, de estudio en medio de los libros, de recogimiento, nos evocaba ese espiritu tan singular.
El día para nuestra actuación no era el mejor... por el futbol. Pese a coincidir con un magno acontecimiento deportivo la final entre el Bayern y el Chelsea...teníamos público. Gente de Martil, algunos padres, algunos colegas profesores: buena disposición. Nosotros más que contentos por poder cantar bajo una cúpula, el mejor espacio sonoro que podríamos desear. (¡Si algún día fuera posible cantar en la catedral de Tetuán, como hace el Coro del Severo Ochoa en Tánger!).
Hicimos el mismo repertorio que en la Semana Cultural pero, pese a ser menos, la sonoridad excelente de la vieja Iglesia, nos ayudó a cantar mejor. El público nos ayudó con sus reiterados aplausos. Pero sobre todo por algo que sucedío cuando concluimos nuestra actuación. ¡El público, en pie, pedía más! Pedían que cantáramos de nuevo el Tourdion- el torbellino- y nosotros encantadísimos lo cantamos.
La buena acogida del Centro Lerchundi se completó con un té y unas pastas que Coro y público nos tomamos. Aún tuvimos tiempo para una sorpresa y una charla: la sorpresa con Rachid, el cantautor ciego deseoso de dar a conocer su música. La charla con Salvador, musicólogo desembarcado en el Martil, tranquilo, culto, invitador para el estudio y la reflexión. Una charla que comenzó en los formalismos de costumbre e inmediatamente discurrió por la música medieval, del renacimiento y barroca: todo un descubrimiento el del amigo Salvador, un valenciá varado en Martil lleno de sorpresas. Es posible que algo tenga que ver con lo que nuestro Coro vaya a cantar en su nueva etapa. Un fuerte abrazo de agradecimiento del Instituto del Pilar y de este amante de la música... y de los Chicos y Chicas del Coro. Volveremos siempre.
Carlos A. Ucha

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