Estamos en el siglo XI. Jimena, viuda del Cid Campeador, es princesa de Valencia. Dos años después de la muerte de su esposo, aspira a casarse de nuevo, pero esta vez por amor. Sus deseos son frustrados por su familia y por una sociedad que la obliga a venerar la memoria de un mito y le niega el derecho a vivir el resto de su vida como un ser de carne y hueso. El autor, que quiso escribir un drama atemporal, no dudó en introducir elementos anacrónicos.viernes, 17 de abril de 2015
Teatro. Anillos para una dama de Antonio Gala
Estamos en el siglo XI. Jimena, viuda del Cid Campeador, es princesa de Valencia. Dos años después de la muerte de su esposo, aspira a casarse de nuevo, pero esta vez por amor. Sus deseos son frustrados por su familia y por una sociedad que la obliga a venerar la memoria de un mito y le niega el derecho a vivir el resto de su vida como un ser de carne y hueso. El autor, que quiso escribir un drama atemporal, no dudó en introducir elementos anacrónicos.
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